Mestre Bimba

"Manoel Dos Reis Machado, nació el 23 de noviembre de 1900 en Salvador, Bahía. Su madre, segura de que daría a luz una niña, apostó el privilegio de ponerle nombre con la partera, quien decidió apodarlo con la forma popular de llamar al pene de los niños en Bahía: Bimba, nombre con el que se haría famoso. Su padre era un destacado practicante de batuque, pero la capoeira la aprendió de los 13 a los 27 años, mientras trabajó como estibador en el puerto, con un capitán de la Companhia de Navegação Bahiana llamado Bentinho. Hacia 1930, “angoleiro respetado”, abrió una academia de lo que llamó ‘Lucha Regional Bahiana’, pues para él la capoeira había nacido precisamente en Bahía; a la vez el nombre de la escuela lo alejaba de los prejuicios contra la capoeira. En ella enseñaba una síntesis del ´jogo de angola’ –que a su parecer ‘dejaba mucho que desear’ pues “sólo mostraba danzas y acrobacias”– con algunos movimientos de batuque, maculelé y otros de su invención, poniendo énfasis en la eficiencia para el combate “para o fraco se defender do forte” sin abandonar por completo el rito de la capoeira tradicional, es decir la roda y la música. Mestre Bimba fue el primero en sistematizar la enseñanza de la capoeira, que hasta entonces era transmitida de un ‘iniciado’ a un ‘iniciante’, o por imitación en las rodas públicas. Por contar con un breve espacio de tiempo para enseñar a un gran número de personas, organizó lo que para él era más importante en una serie de ocho secuencias de ataques y defensas. Incorporó algunos movimientos con agarres, la ‘cintura desprezada’, que hasta entonces no existían en la capoeira. También estableció el primer sistema de graduación; tras los primeros seis meses de entrenamiento (tres clases semanales de una hora) organizaba una ceremonia llamada ‘formatura’ en la que entregaba a los alumnos un pañuelo de seda blanco (antecedente de las actuales ‘cordas’) por la creencia de que las navajas, que antiguamente salían a relucir a la menor provocación, no cortaban la seda. Los pañuelos eran una forma de decirle a sus alumnos que los consideraba aptos para enfrentar cualquier circunstancia en la roda. Tras el blanco de ‘formado’ venían el rojo de ‘especializado’ y azul de ‘contramestre’. Es importante mencionar que estos eran usados sólo el día de la ceremonia. En su academia sólo aceptaba a gente que demostrara tener un trabajo o estar estudiando, con lo cual excluía a la mayor parte de la población negra; tenía en cambio por alumnos a los hijos de los sectores mejor acomodados de la sociedad, que hasta entonces sólo habían visto en la capoeira una “enfermedad moral”, “terror de la población pacífica”. Desde la aparición de la capoeira regional, se acusó a Bimba de introducir elementos ajenos a la cultura africana, de ‘emblanquecer’ la capoeira, de alejarla del suelo para complacer a sus clientes acomodados, llegando incluso a negarle cualquier relación con la ‘legitima capoeira’, ‘legado de Angola’. Sin embargo su estilo –que ofrecía un cierto grado de domesticación, que tranquilizaba a las autoridades; sin perder del todo los elementos folclóricos que tanto comenzaron a interesar a los órganos de turismo– ganó rápidamente adeptos por todo el país. Sus innovaciones dieron efectivamente pie a la aparición de interpretaciones muy poco ortodoxas de la capoeira, pero también le ofrecieron la frescura y el aliento necesarios para convertirla en deporte nacional brasileño. Atractiva y fácil de entender, ha abierto las puertas a un gran número de personas que después de conocerla pueden incluso sentirse más identificadas con la postura de la Capoeira-Angola. Tras una vida dedicada a la capoeira, murió el 5 de febrero de 1974 en Goiâs, a donde se había mudado en busca de mejor fortuna."

Tomado de Da volta ao mundo, Camará!